En este artículo hablaremos sobre el Ictus en los Centros Privados o en la Seguridad Social, ventajas, desventajas y otra información relacionada muy interesante.
Conforme la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ictus supone la segunda enfermedad que causa más muertes a nivel mundial.
Solo en España, entre 110.000 a 120.000 personas sufren daño cerebral cada año, de las cuales el 50% obtienen diversas complicaciones y secuelas.
Este accidente cerebrovascular es la primera causa de la incapacidad, arrojando costes económicos elevados para todos los servicios sanitarios.
Además, esto origina una mayor repercusión para los servicios sociales, en donde la gran mayoría de las personas recurren para su recuperación y posterior rehabilitación.
En la rama de la medicina, este tipo de enfermedad se ha asociado en ocasiones a un mal diagnóstico, lo que ocasiona una gran dificultad para la recuperación del paciente.
No obstante, en los últimos años se han producido cambios y avances en las metodologías de prevención del ictus, lo cual ha llevado a una marcada disminución de la tasa de mortalidad y en las secuelas post tratamiento.
Probablemente, lo más sorprendente en este aspecto, es que estos avances no se asocian con fármacos más efectivos o métodos quirúrgicos.
Por lo contrario, parte de las innovaciones se deben a la mejora en la detección precoz de los síntomas, control de los factores de riesgo y las medidas terapéuticas en contra del ictus.
Por ello, este tipo de enfermedades representan un parámetro en cuanto al funcionamiento del servicio sanitario, lo cual es un indicador de la calidad en la atención médica en el país, tanto en un Centro Privado, como en la Seguridad Social.
¿Qué es realmente el ictus?
Las enfermedades cerebrovasculares (ECV) de carácter agudo o ictus, son alteraciones encefálicas secundarias a un trastorno vascular.
Es decir, hablamos de una serie de patologías que interrumpen de modo transitorio o permanente el flujo sanguíneo cerebral. Por lo tanto, se altera la función de una determinada región del Encéfalo.
Debido a sus diferentes subtipos, diferencias del perfil evolutivo, mecanismos de producción, etiología y características, se utilizan diferentes términos para esta enfermedad.
De acuerdo con la clasificación de este tipo de enfermedad, está dividida en dos grupos: isquemia cerebral y hemorragia intracraneal.
Los más frecuentes son los ictus isquémicos, los cuales representan entre un 80 a 85% de los casos. Estos son un accidente cerebrovascular derivado de la muerte de una zona de tejido cerebral, debido a un insuficiente flujo de sangre y transporte de oxígeno.
Este, a su vez, puede ser dividido en isquemia cerebral focal (solo afecta a una zona del encéfalo) o isquemia cerebral global (afecta al encéfalo de modo difuso).
¿Cómo afecta el Ictus a las personas?
El ictus es una enfermedad de gran impacto sanitario y social, por su elevada incidencia y prevalencia.
Conforme el Instituto Nacional de Estadística (INE), el ictus es la segunda enfermedad que causa más muertes en España (y la primera en mujeres), solo superada por las enfermedades isquémicas del corazón. Además, en la edad adulta, el ictus es la primera causa de discapacidad permanente.
Por otro lado, la mayoría de los pacientes que sobreviven a esta enfermedad, suelen tener secuelas significativas que pueden afectarle en su calidad de vida.
Es por ello que el ictus implica una necesidad de rehabilitación y buenos cuidados. Frente a estas cifras impactantes, un buen diagnóstico puede ser de gran ayuda para los pacientes.
Además, es primordial el conocimiento detallado para realizar el tratamiento más adecuado y adaptar una prevención secundaria eficaz.
En los últimos meses, varios estudios han arrojado datos algo preocupantes, ya que un 40 a 50% de los pacientes abandonan el tratamiento posterior a 2 o 3 años de haber sufrido un infarto cerebral, lo cual favorece a la aparición de un segundo episodio y su posterior repercusión.
¿Cómo lograr mejores resultados en la detección y tratamiento del ictus?
Desde hace algunos años, se han desarrollado estrategias y recomendaciones desde diversas organizaciones a nivel mundial, con la finalidad de lograr mejores resultados frente al ictus.
En 2018, por ejemplo, la OMS en conjunto con algunos organismos científico-técnicos, organizaciones y representantes de pacientes que han sufrido ictus, establecieron objetivos para el desarrollo de la atención sanitaria de esta enfermedad en Europa.
Además, se propuso una mejora en la atención y la coordinación de todos los profesionales que participan en la atención del paciente con ictus, disminuyendo así la incidencia y la tasa de mortalidad.
Un sistema sanitario eficiente y rápido, junto a un buen acompañamiento durante la enfermedad y un posterior seguimiento, sin duda será clave para los pacientes.
De esta forma, se puede promover una alta calidad en la atención sanitaria, centrada en todas las fases de la enfermedad.
En relación a este tema, España cuenta con uno de los mejores servicios sanitarios de Europa (en centros privados y en la Seguridad Social).
Gracias al esfuerzo de los especialistas y diversas organizaciones, todos los pacientes con ictus poseen altas expectativas de mejora, indistintamente del centro hospitalario.
De ser efectiva la atención sanitaria en personas con ictus, esto puede suponer la mejora de las perspectivas en cuanto al pronóstico, tratamiento y rehabilitación.
Prevención del ictus
Para la prevención del primer ictus, es fundamental la detección y modificación de los factores de riesgo. Es que algunos estudios indicaron que los tratamientos no solo previenen el ictus, sino que también disminuyen otros eventos vasculares.
Por lo tanto, la decisión de iniciar con una actuación y tratamiento preventivo, debe ser guiada por la estimación del riesgo a episodios vasculares.
Así mismo, cada paciente debe ser valorado de forma individual frente el riesgo de ictus, esto mediante una escala de perfil de riesgo.
En esta circunstancia, las personas con evidencia de la enfermedad vascular previa, sin duda poseen un riesgo vascular elevado y se deben considerar estrategias preventivas y terapéuticas rápidas e intensivas.
Podemos decir que han sido publicadas diversas guías de organizaciones, con evidencias y recomendaciones para la prevención primaria y secundaria de esta enfermedad.
En España, por ejemplo, se indicó que un 60-70% de los pacientes con afección moderada a muy grave, recuperaban aproximadamente un 50% de los niveles de funcionalidad.
Recordemos que los ictus causan déficits neurológicos que afectan a diferentes áreas, entre ellas la motora, sensitiva, cognitiva, visual, lenguaje y emocional.
Por lo tanto, la detección temprana va a ser muy importante para la recuperación y prevención de la gravedad inicial del ictus. “A mayor gravedad inicial, menor recuperación y más lento será el proceso”.
La rehabilitación es un proceso terapéutico muy complejo y está centrado en que el paciente desarrolle su máximo potencial, tanto físico como psicológico y social.
Además del propio paciente y su familia, hay un equipo de profesionales que debe ayudar en el proceso.
También podemos añadir que, los programas de rehabilitación, son más efectivos en la fase precoz de la enfermedad, puesto que se reducen las secuelas y se facilita la recuperación de esta enfermedad.
Si quieres más información sobre la rehabilitación neurológica, puedes escribirnos y estaremos encantados de ayudarte.
A continuación vamos a ver si es mejor recibir una rehabilitación de Ictus por un centro privado o a través de la Seguridad Social.
¿Dónde debo hacer la rehabilitación por un ictus? ¿Centro Privado o Seguridad Social?
En España, después de padecer un ictus, hay dos opciones principales para la rehabilitación: hospitales y centros de la Seguridad Social o centros privados.
Entre las desventajas de la sanidad pública, tenemos la elevada demanda de pacientes y que en consecuencia traerá una atención menos personalizada, posibles listas de esperas y escasez de centros, aspectos que van a ser primordiales más adelante para la recuperación del paciente.
A pesar de ser implementadas líneas estratégicas eficientes en las diferentes comunidades autónomas en España, se han observado en algunas ocasiones la aplicación de forma desigual e incompleta. Entre estas líneas, destacan la prevención, atención aguda, rehabilitación y cuidados después del ictus.
Recordemos que el ictus, es una emergencia neurológica que requiere atención en las primeras horas y en el transcurso de la enfermedad, para posteriormente no tener tantas secuelas
Es por ello que, en la rama médica, se considera el “código ictus” clave para mejorar la asistencia sanitaria.
Este es un sistema de alerta que se activa ante personas con sintomatología sugestiva de ictus agudo, para así actuar con celeridad en las distintas fases.
De esta forma, se realizarán acciones que posibilitan prestar una atención eficaz a los pacientes afectados por esta patología, tanto a nivel hospitalario como extrahospitalario.
La finalidad de este código, es la activación rápida de los sistemas de emergencias y el traslado del paciente. Además, se busca identificar y valorar rápidamente a los pacientes con un ictus potencial.
Hoy en día, la realidad que nos encontramos en los centros de neuro-rehabilitación privados, es de pacientes que acuden después de observar los escasos resultados obtenidos por parte de la Seguridad Social, habiendo transcurrido algunos meses que eran cruciales de la rehabilitación cerebral.
A pesar de la complejidad del asunto, es preciso contar con profesionales que garanticen la pronta y correcta identificación, y una atención apropiada de los pacientes. Dicha atención, debe estar basada en la excelencia clínica y un sistema sanitario integral.
Probablemente, los centros privados no están al alcance de todos, pero el esfuerzo de muchas familias que recurren a ellos para preservar una buena calidad de vida, ¡sin duda tiene sus beneficios a futuro!
Si requieres de expertos en la recuperación de pacientes que han sufrido un ictus en Madrid, puedes contactarnos por teléfono o bien rellenar el formulario y nosotros nos pondremos en contacto contigo.